Tiquismiquis – Todo esto me suena muy bien sobre el papel, pero yo no puedo invertir ya que a duras penas llego a final de mes.
No discuto que puedas estar en una situación personal complicada financieramente hablando, pero creo firmemente que la gran mayoría de personas que no ahorra nada a final de mes, sí podría hacerlo, especialmente si hablamos de residentes en países considerados desarrollados.
Lo que habitualmente hay detrás del “no llego a final de mes” es una falta de voluntad de cambio. Quizás sea porqué hasta día de hoy ahorrar realmente no ha sido una prioridad, o quizás es falta de un objetivo claro o motivo por el cual hacerlo, pero muy rara vez es incapacidad.
Apuesto a que si eres una de esas personas que siente que no tiene capacidad de ahorrar, conoces a alguien de tu entorno con menos ingresos y mayores cargas económicas (quizás hijos, hipoteca…), que consigue llegar a final de mes e incluso ahorrar una pequeña parte. Si esa persona puede hacerlo, tú también.
En la comunidad del movimiento F.I.R.E. es muy común ahorrar e invertir el 50% del salario e incluso más en bastantes casos. No pretendo que empieces por esos porcentajes si no puedes, empieza dando el primer paso antes de querer dar el segundo.
Seguro que alguna vez has sentido que a final de mes has gastado todo tu salario sin saber muy bien en qué. Hay personas que son previsoras y largoplacistas por naturaleza, y el hecho de ahorrar les resulta natural aún sin tener un claro por qué o sin saber exactamente cómo van a usar ese dinero ahorrado. No te preocupes si sientes que no eres así, por suerte el músculo frugal se puede entrenar.
Un método muy eficaz para empezar en estos casos, es el preahorro. Las personas que por naturaleza son más cortoplacistas o a quienes les cuesta más sacrificar cosas del ahora por un futuro, tienden a gastar en función de los ingresos. La solución, pues, es ahorrar a principio de mes, no al final. Ya en 1926, cuando se publicó El hombre más rico de Babilonia se recomendaba pagarse primero a uno mismo. Eso es, en esencia, lo que se está haciendo al ahorrar. Ahorrar no es quitarte potencial calidad de vida, si no que le estás pagando a tu yo futuro (y con altos intereses, como pronto comprenderás), así que al ahorrar realmente te estás dando prioridad a ti por encima de todo lo demás.
Para ello, te sugiero que simplemente empieces disponiendo de dos cuentas corrientes, y en una de ellas destines sólo el 5% de tu nómina en el momento en que la cobres. No gastarás el dinero de esa cuenta bajo ningún concepto, excepto en casos de fuerza mayor (un viaje de ocio “porque lo necesitas” o “por que te lo mereces” no es motivo de fuerza mayor, que nos conocemos).
Haz eso un par o 3 de meses, y verás como no notas la diferencia en tu calidad de vida. Tu gasto mensual se habrá adaptado a disponer del 95% de tu nómina en vez del 100% sin problemas.
Como ya estarás imaginando, la idea es ir tratando de incrementar progresivamente ese porcentaje de ahorro, al menos hasta el punto en el que no suponga un estrés ni te afecte significativamente a tu calidad de vida. Nadie está pidiendo que no pagues el alquiler ni que vivas a base de pan y agua, si no que hagas un esfuerzo en recortar esos gastos superfluos no necesarios y que no aportan felicidad a tu vida, y dediques ese dinero a pagarle a tu yo futuro.