– Tiquismiquis: ¿Para qué debería postergar parte de mi nivel de vida pensando en el futuro si yo amo mi trabajo?
Lógicamente, no soy quién para discutirte si amas o no tu trabajo. Pero sí te pido que hagas la siguiente reflexión: imagínate que mañana te diagnosticaran una enfermedad terminal y te comunicaran que te queda aproximadamente un año de vida. ¿Cuántos de tus días restantes irías a trabajar?
Imagino que por ejemplo un futbolista o cantante sí lo haría. Pero si tu respuesta es o tiende a cero, es muy probable que realmente no ames tu trabajo, si no más bien, que dentro del abanico de trabajos que se te ocurren o consideras que están a tu alcance, no te disguste.
Aspirar a conseguir la independencia financiera es aspirar a algo más que a “ir tirando” o hacer cosas que “no nos desagraden”. Es tratar de vivir tus días haciendo lo que realmente escogerías hacer sin que un salario o cualquier tipo de retribución económica (e incluso social) sea un factor determinante en la elección.
Aún en el poco habitual caso en que hayas respondido con una respuesta distinta a “cero” a mi reflexión inicial, seguir el camino hacia la independencia financiera es 100% compatible con amar tu trabajo. Considera por un momento eventos que pueden perfectamente ocurrir:
- En otro momento vital, dejes de amar lo que haces
- Seas despedido
- Tu trabajo sea reemplazado por nuevas tecnologías
- Sufras cualquier enfermedad que te impida seguir en ese trabajo
- Debas o quieras cuidar de un familiar
- Prefieras dedicar más tiempo a tus hijos, pareja o amigos
- Quieras vacaciones más largas de las que tienes estipuladas por contrato
- Tu negocio o empresa donde trabajes quiebre
- Haya un conflicto geopolítico en tu país y debas mudarte perdiendo tu trabajo
- ¿Sigo?